28/2/10

Para Comerciantes: A cambio de publicitar su comercio en el espacio del programa deberá entregar mensualmente, una bolsa de alimentos conteniendo: fideos, harina, polenta, aceite, leche, azúcar, sopas.-


CREACION DE UN ROPERO.-
Con las donaciones de prendas de vestir y calzado se habilitara un ropero para responder a las necesidades y/o pedidos que nos lleguen.-


¡¡¡COMENZAMOS LA DISTRIBUIBUCION DE ROPA EN LOS DISTINTOS BARRIOS DE LA CIUDAD. TAMBIÉN LO HAREMOS EN LOCALIDADES DEL PARTDO!!!


También estaremos a dispocisión de aquellos que cuentan con capacidades diferentes, para recibir sus inquietudes y necesidades, para así tratar de ayudar en lo que nos sea posible.-




PARA LOS CHICOS.- Es nuestra intención conseguir los elementos necesarios (masitas, gaseosas) para que en el último día hábil se festejen los cumpleaños de cada mes, en los jardines de infantes donde concurren pequeños que la situación de sus familias no les permite disfrutar de ese momento tan especial.




PARA TODA LA COMUNIDAD.-Toda la comunidad puede participar y transformarse en una mano solidaria el requisito es donar un alimento no perecedero (uno mínimo, más cantidad a criterio del donante), a cambio recibirá un cupon por cada producto, el que una vez completado con sus datos personales deberá depositarlo en alguna de las urnas habilitadas para tal fin, esto le permitirá participar por un viaje a Villa Carlos Paz Cordoba, con pension completa y fecha abierta (gentileza Venecia Viajes y Turismo) Con esto queremos retribuir mínimamente su gesto solidario, pero nada tiene que ver con el fin que perseguimos con este programa, nosotros queremos y deseamos que el gesto de aquellos que se sumen a ésta convocatoria tenga que ver con la necesidad de ayudar, de sumarse al entre todos. QUEREMOS QUE DONDE HALLA UN VECINO CON HAMBRE, HALLA UNA MANO SOLIDARIA PONIENDO UN PAN EN SU MESA SIN EXIGIR NADA A CAMBIO.-

¡¡¡¡ MUY IMPORTANTE!!!!

Todos los integrantes de las familias asistidas que sean mayores de edad y que se encuentran desocupadas, a través del programa serán ofrecidos sus servicios al mercado laboral. EL DESISTIR DE PROPUESTAS LABORALES SIN FUNDAMENTOS VALEDEROS, HARÁ QUE PIERDA SU LUGAR COMO BENIFICIONARIO DE NUESTRO PROGRAMA.- POR QUE ASI COMO SOMOS CONCIENTES DE SUS NECESIDADES, SOMOS CONCIENTES QUE LA ASISTENCIA A TRAVÉS DE “MANOS SOLIDARIAS” DEBE SER PARA PALIAR TEMPORALMENTE UNA SITUACION QUE DEBE SER REVERTIDA SI O SI A TRAVÉS DE LA INCLUSIÓN LABORAL DEL ASISTIDO… SEREMOS MUY CUIDADOSOS, SEVEROS Y MUY CLAROS AL MOMENTO DE TRANSMITIRLES LAS CONDICIONES A LOS BENEFICIARIOS, NUESTRA AYUDA ES TEMPORAL, EL FUTURO DE ELLOS SIEMPRE DEPENDERÁ DE SUS ESFUERZOS Y LA DIGNIDAD DE GANARCE EL PAN DE CADA DIA A TRAVÉS DE LA CULTURA DEL TRABAJO.-


PARA REFLEXIONAR.-

Un conocido “Cura gaucho” de Comodoro Rivadavia. Contaba que en una oportunidad que se encontraba ante un grupo de niños muy humildes trasmitiéndole un mensaje bíblico, previo a servirles el almuerzo, se le adelantó un pequeño de no más de 7 años de edad, él que le interrumpió manifestándole a viva vos “Che cura!!..¿Cuándo comemos? En ese momento y a través de esa experiencia, dice éste sacerdote, que entendió que de nada sirve hablarles de religión, cultura, educación, a una persona con hambre y en especial si se trata de niños, la primera y más importante necesidad que tienen es acallar el hambre, luego el frío y todo lo que tiene que ver con sus presentes cargados de miseria. Ésta simple historia nos muestra cual debería ser la postura en lo que hace a las prioridades o el orden que se debe dar al momento de atacar la crisis, primero trabajar en rescatar a todos estos hermanos de la miseria, para luego reintegrarlos a la sociedad a través de los distintos programas sociales, sí lo logramos habremos dado un paso gigantesco en la lucha contra la violencia y el delito, ya que la pobreza con exclusión es una fuente creadora de múltiples problemas, solo basta observar de donde provienen la mayoría de los menores que son judicializados con delitos cargados de violencia y la mayor parte de la población carcelaria, para darnos cuenta hacia donde debemos mirar, no únicamente, pero si con mayor atención. “Lo otro es esperar que mas temprano que tarde, aparezca algún Marcola por estas tierras. Marcola, para quien no lo recuerde, es el seudónimo de Marcos Camacho, el jefe de la banda carcelaria del primer Comando de la Capital (PCC) de San Pablo, Brasil, cuyos seguidores en mayo de 2006 se lanzaron a las calles, enfrentando a la policía y el ejército, con el saldo de casi un centenar de muertos. Por varios días, el PCC transformó a la ciudad Brasileña en un campo de batalla. Marcola dijo en un reportaje publicado por el diario O Globo: “No hay más excluidos, o infelices, o explotados. Hay una tercera cosa creciendo allí afuera, cultivada en el barro, educándose en el más absoluto analfabetismo, diplomándose en las cárceles, como un monstruo Alíen escondido en los rincones de la ciudad”.-


Ser solidario significa tomar consciencia de que las cosas y los hechos pueden ser distintos de cómo son. Como tal, la solidaridad lleva implícita la referencia a la elección. No se puede imponer, tampoco se puede exigir, pero se puede esperar de las personas que toman consciencia de la realidad en que viven.

Se refiere siempre al compromiso con el otro, trata de seres humanos y no de gestionar cosas, ideologías, credos y ortodoxias. La actitud solidaria supone entender y comprender que, bajo la superficie de la apariencia, de lo políticamente correcto, laten situaciones inhumanas disfrazadas de verdades incuestionables.

La auténtica solidaridad implica aprender a no confundir. Para criticar las causas que dan lugar a tener que ser solidarios hay que empezar, en primer lugar, por conocerlas, saber por qué y cómo se producen tales situaciones sobre todo para no perpetuar con determinados argumentos y soluciones lo que se pretende abolir.

La solidaridad que deseamos supone trabajar para conseguir buenos ciudadanos. Es preciso inculcar en ellos buenas costumbres a través de buenas leyes. Aquí la educación, los medios de formación de masas y una legislación con instituciones adecuadas son elementos claves y determinantes.

La auténtica solidaridad nos hace sentir la impotencia de no poder abrazar todas las causas hacia la que apuntan los Derechos Humanos, aunque todas ellas nos indignen. El hecho de que existan muchas causas y no podamos atender e interesarnos por todas no es razón para desmovilizarnos y paralizarnos.

Al contrario, esto es lo que hace que nuestra responsabilidad y nuestro compromiso nos obligue a vivir la solidaridad a través de elección y de la amistad. Lo que nos impide ayudar a todos es lo que nos permite que socorramos y nos solidaricemos con unos pocos.

Quizás ésta es la terrible paradoja de la solidaridad, escoger entre dos alternativas: la de querer abarcar todo y no centrarse en nada ni en nadie o la de la elección y selección que siempre supone elegir y excluir a otras causas igual de dignas y urgentes que la escogida.

A la hora de realizar esta elección, es clave considerar el talento personal, la capacidad intelectual, pues no todos estamos hechos para lo mismo, sino que cada cual tiene una misión y un tarea que realizar en este mundo.

Los actos y los gestos de solidaridad son realmente beneficiosos cuando de verdad sacuden nuestros egoísmos y comodidades, pero también cuando son un reto al sistema político y a la legislación vigente que provocan, amparan y dan lugar a esas situaciones que se tratan de paliar desde la solidaridad.

Cuando la solidaridad trata de ser verdadera y no apologética afecta al poder, a las formas de ejercer el poder, educa en sentido crítico al ciudadano y nos permite, en definitiva, vivir mejor.

La solidaridad pues, no es un modo de cumplir con las tareas que debería realizar la administración del Estado, sino una respuesta crítica, responsable y constante a las situaciones de miseria que se crean en el mundo. La solidaridad verdadera no es muda; tiene una vena profética y crítica.

Una sociedad socialmente responsable es la que, de algún modo, se arroga el derecho de hacer que sus ciudadanos sean cada vez más solidarios, y estén cada día más comprometidos con los problemas de los más necesitados.

Ésta es una tarea nada fácil en la sociedad del hiperconsumo (Gilles Lipovetsky dixit) en la que nos encontramos, pues ya no es el sacrificio lo que se encuentra en el centro de la existencia; sino el placer, el bienestar, el ocio, el gozar de la vida.

Para que la auténtica solidaridad salga a la luz, es necesario recuperar el énfasis en el sentimiento moral de gratitud, del bien por el bien, de creer que existe, a pesar de todo, generosidad, altruismo y solidaridad, más allá de la lógica utilitarista de la sociedad.

Como decía Paul Valéry, el futuro es construcción. No podemos prever el futuro, pero sí podemos prepararlo, porque está en nuestras manos. Será, en gran parte, lo que hagamos de él.